Super_Collider

Super_Collider ha sido uno de los muchos dúos que ha ocupado al productor, compositor y DJ chileno-británico Cristián Vogel, pero constituye hasta ahora el más exitoso de todos. Desde su formación, en Londres, y por algo así como siete años asoció a Vogel con el músico y productor británico Jamie Lidell, quien le aportó a sus grabaciones su experiencia en creación de secuencias y programación así como su peculiar estilo de canto. La suma le regaló al dúo una calificación curiosa: tecno-soul.

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Años

Brighton (Inglaterra), 1998 -

Décadas

1990 |2000 |

Géneros

Super_Collider

Integrantes

Cristián Vogel, programación (1998 - 2005).
Jamie Lidell, programación y voz (1998 - 2005).

Marisol García

Ambos músicos se hicieron amigos apenas se conocieron, en 1996, y comenzaron a compartir un estudio de la ciudad de Brighton para sus respectivos proyectos musicales. Más tarde, Lidell grabó material solista para Mosquito, el sello de Vogel. Pero no presentaron algo conjunto sino hasta 1999, cuando publicaron el aplaudido álbum Head on, en el que, en palabras de Lidell, «quisimos dar una voz de alarma. Quisimos sacudirles la cabeza a todos, aun sin tanto tecnología».

A juzgar por los elogios, lo lograron. De inequívoca intención bailable, Head on jugaba con infinidad de efectos que combinaban ideas del pop, el funk y el hip-hop en una masa electrónica densa e imaginativa. Destacó en pistas de baile europeas por el single "Darn (Cold way O' lovin)".

Tres años más tarde, el LP Raw digits alejó un poco al dúo del pop, con composiciones trabajadas en conjunto y presentadas en vivo en numerosos clubes de Europa, y en festivales tan prestigiosos como la Love Parade, en Berlín; el Roskilde, en Suecia; o el Digital Convenience, en Tokio. Los años 1999 y 2000 ya habían estado en el Sonar, de Barcelona.

El proyecto y su inesperada difusión no detuvo en ningún caso los trabajos individuales de cada integrante en paralelo, que para la publicación de Raw digits ya se habían mudado a dos ciudades alejadas: Lidell a Berlín y Vogel, a Barcelona. La distancia mantiene al grupo en una pausa indeterminada que, aseguran, no será eterna; y durante la cual han tenido suficientes proyectos personales con los que llenar el tiempo. «Es sólo que somos demasiado perfeccionistas y no queremos publicar cualquier cosa», explica Lidell.

Actualizado el 08 de diciembre de 2018