El título de una canción de Violeta Parra presenta este ensayo (no confundir con el libro homónimo de Osvaldo Gitano Rodríguez) que a través del análisis de décimas, glosas, brindis y otros textos de poetas populares reflexiona sobre el poderoso vínculo literario y social de versos compuestos en el valle central por escritores casi siempre ajenos a la dinámica de mercado. La autora advierte los grandes prejuicios que en general ha debido enfrentar la poesía popular chilena: los de ser una manifestación antigua y superada —acaso válida en su pintoresquismo— que no merece la detención crítica ni académica, por tratarse de literatura menor. El texto y sus ejemplos desmienten lo anterior una y otra vez, con citas asombrosas a versos sobre el Golpe de Estado y sus consecuencias, la situación histórica del campesinado y el oficio mismo del pueta, entre otros temas. Domingo Pontigo, Roberto Parra, Abel Fuenzalida y José Hipolito Casas Cordero son algunos de los autores considerados, en un libro también valioso por su diálogo con estudios previos sobre el género.

«El poeta popular es un participante activo del acontecer y un testigo de su tiempo —recuerda Verónica Jiménez, a su vez poeta y novelista—. El rol que se ha impuesto es el de poner en versos lo que ocurre, para que otros se enteren. Testimoniar el presente es, de algún modo, aleccionar al futuro». Cantores que reflexionan fue distinguido por el CNCA en 2012 con el premio Mejores Obras Literarias de Autores Nacionales, categoría Obras Inéditas.