Las señas en la trayectoria del grupo De Kiruza son distintivas no tanto por sus conquistas sino que por su influencia; en una huella más honda por su notable música original que por datos personales asociados a sus integrantes. Se trata de una biografía por completo atípica, que este libro de entrevistas —ordenadas en sucesivas opiniones intercaladas, a la manera de una «historia oral»— consigue consignar en su viveza, su atrevimiento, su autoexigencia y también sus dificultades. Hablan todos los integrantes de su primera etapa (la del canónico cassette independiente De Kiruza, de 1988), músicos que se consideran crucialmente determinados por su influencia (entre otros, Jimmy Fernández, Lalo Meneses, Quique Neira y Rulo) y amigos o cercanos, como Moyenei Valdès y Vicky Olivares (madre de Pedro Foncea y primera manager de la banda). Comenta el autor del libro, en las primeras páginas:
… su militancia izquierdista, heterodoxa y creativa se articula como una propuesta chilena de vanguardia que mezcla música negra y latinoamericana, adhiere a la cultura hip-hop y dispara letras conscientes sobre jóvenes marginados […]. De Kiruza proponía un cambio en la música de protesta ochentera, ofreciendo un carnaval en directo de fusión multicultural, ecléctico, que reflejaba los cambios musicales que sucedían en el mundo, logrando que la gente bailase con alegría y sin miedo el réquiem de la interminable noche de la dictadura.
Hacia el final, el libro propone un análisis detallado del primer cassette del grupo, además de una crónica vivencial del escritor Álvaro Bisama.