«Extensión cultural, propaganda estatal e investigación en torno al folclor chileno. 1910-1948», es el subtítulo de esta investigación histórica, centrada en el modo en el que el folclor y ciertas expresiones populares ocuparon durante un período del siglo XX un lugar central en las políticas culturales del Estado chileno, en parte como impulso para delinear una determinada idea de identidad nacional. Aunque no es su único campo de análisis, el libro se cruza en varios momentos con la música chilena, y con figuras en ese quehacer, tales como el músico e investgidador Pablo Garrido, a quien se destaca en sus esfuerzos «por ampliar el canon del folclor chileno, territorial e históricamente».

La autora, historiadora y académica, ha publicado ya diversos libros relacionados a los temas de cueca, folclor y cultura en tensión durante períodos autoritarios. De la descripción de contraportada:

Más que una historia lineal, aquí se presenta una trama de consensos políticos, y tensiones estéticas. ¿Qué se entendía por folclor? ¿Qué expresiones se consideraban auténticas? ¿Quién decidía qué merecía ser preservado, difundido o ignorado? Aunque figuras como el huaso, el paisaje rural, las formas musicales de cueca y tonada, y otros estereotipos culturales, dominaron el imaginario oficial de las décadas del 30 y 40, no estuvieron exentas de críticas ni de debates con académicos, artistas y estudiosos que proponían una mirada más diversa y regional.