Andrea Paz

La creación y la gestión se han conjugado en el trabajo de Andrea Paz, uno de los nombres recurrentes en el circuito de música electrónica a partir de la primera década del siglo XXI, quien marcó un hito en 2019 al editar su primer disco, Cruz dimensional. 

Las Mairinas

La exploración de estructuras y formatos musicales diversos caracteriza el trabajo de Las Mairinas, el proyecto que fundó Walter Roblero en paralelo a Congelador y que bajo esa denominación ha acogido a diversos colaboradores. La conjugación de elementos electrónicos y orgánicos y un discurso sutilmente crítico han caracterizado su música, desplegada en grabaciones y esporádicas apariciones en vivo. 

Simón Campusano

Simón Campusano comenzó a fraguar su carrera solista en 2017, cuando estaba produciendo el disco Lance, el segundo de Niños del Cerro. El músico tenía entonces 24 años, y por primera vez empezó a componer canciones que no estaban en línea con la estética de la banda. Protagonismo de la guitarra acústica, sonidos electrónicas y temáticas más íntimas se fueron acumulando durante dos años, y el 2018, junto a Diego Lorenzini, presentó la primera como solista: “Serotonina”. Entrado el 2019 se un unió al productor Merci Merci (Martín Perez Roa), y  grabó la decena de canciones que dieron forma a Brillo. Un debut que coincidió con el estallido de octubre de 2019.

Chino Santana

Emilio Santana es Chino Santana, sociólogo de profesión pero a la vez un compositor, poeta y músico de rock que entró de lleno en el folclor tras sus expediciones por el Ñuble para descubrir, estudiar y proyectar la música de esas tierras. En ese período conoció también la leyenda del cantor Cabeza de Toro. Entonces recuperó la figura de ese chamán a través de la música del grupo Kabeza de Toro, una experiencia de aleación entre la cueca, la tonada, el corrido, la música beat y la sicodelia. Sus trabajos posteriores como solista confirmaron la idea de un folclor en permanente movimiento.

Pancho Miranda

Tras varios años como compositor y cantante del grupo de San Bernardo Triburbana, Pancho Miranda inició un proyecto solista a fines de la década de los 2000. Como con su proyecto anterior, apostó por un lenguaje propio entre el rock y la música de raíz latinoamericana y sus canciones autorales se centraron en temáticas de contenido sociopolítico.