Nicasio Luna

El vínculo con el entorno es rasgo natural en la obra de todo cantautor, pero en pocos esa ligazón es tan marcada como en Nicasio Luna. La Patagonia chilena es presencia constante no sólo de las letras del cancionero de este creador nacido en Cochrane, región de Aysén, sino también de las reflexiones en sus entrevistas con prensa y hasta en sus fotos promocionales. En sus discos, la zona extrema del sur de Chile es plataforma de historia y descripciones paisajísticas, pero también de denuncia y alerta sobre los intereses económicos allí en juego.

Fechas

Cochrane - 07 de octubre de 1993

Región de origen

Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo

Décadas

2010 |

Géneros

Marisol García

Gauchos, montañas, caballos, ríos y protestas se asoman en las composiciones de quien alguna vez se definió como «un rapero rural», aunque son la paya y la décima los cauces a los que se puede asociar más formalmente su creación.

«Señores, yo soy del Baker / esa geografia tan dura / mezcla de adversidad y belleza», saluda Nicasio Luna en uno de sus temas; compuesto, como muchos suyos, en décimas:

Disculpen si soy tan franco
pero quisiera aclarar:
ni a mi gente, ni a mi tierra
me la pasan a llevar.
Yo exijo el debido respeto
por ese hermoso lugar,
que no me vengan con plata
las conciencias a comprar,
la memoria honorable del pionero
no me la pueden pisotiar.

Tradición familiar
Escuchar de sus padres y abuelos el ritmo y la poesía de la milonga formó a Nicasio Luna desde pequeño en la cadencia propia de la música de la Patagonia. A los 15 años comenzó a escribir versos, a la vez que ya venía practicando de oído en el canto y la guitarra. Parte de una familia campesina, criado en la costa del río Baker, el paisaje sureño se instaló como un rasgo ineludible de su creación, aunque también la reflexión y denuncia sobre las condiciones de trabajo que atestiguaba.

Es algo explícito en la mayoría de sus composiciones, con títulos elocuentes: "Al cortador de leña", "A mi Baker, por cristalino", "La voz del mapuche" y "Papi, yo soy tu herencia". Al escribir sus versos, Luna se vale de medidas tradicionales, incluyendo la cuarteta, sextilla, octavilla y la décima; además de algunas composiciones en forma de romance.

Ha grabado su música desde que le fue posible, en la adolescencia (su primer disco, autoeditado, fue Canto a mis tradiciones), y con ellas ganó invitaciones a los más importantes festivales del sur de Chile, incluyendo el Festival de la Patagonia. En marzo de 2012, Nicasio Luna se integró a un recital colectivo en el capitalino Teatro Caupolicán de concientización en torno al conflicto social en su región («Tu grito es mi canto»), y en el que compartió escenario con músicos de Illapu, Santiago del Nuevo Extremo y Sol y Lluvia, entre otros.

Tan distintiva resulta su creación, que Nicasio Luna pareció un invitado preciso para exponer su música en el pabellón de Chile en la Expo Milán 2015. Viajó así con su guitarra por primera vez a Europa.

Poco antes había seguido un año de estudios universitarios de música en Santiago. Fue una estadía breve, e incómoda, en sus palabras: «No me gusta. Si entre Cochrane y Santiago hubiese una moneda, Cochrane sería mi cara y Santiago, el sello. La vida acá es muy difícil. Me ha costado adaptarme el ritmo, el agua es mala, y la gente anda enojada», le comentó a The Clinic.

Destaca en su trabajo el ritmo de composición y publicaciones.

Nicasio Luna tuvo una inesperada aparición en medios de prensa cuando, a fines de 2017, su nombre se vinculó al del activista argentino Santiago Maldonado (desaparecido más de un mes y encontrado muerto en el río Chubut, ante el seguimiento internacional de su caso). Luna aseguraba haber estado con Maldonado durante la represión de la protesta mapuche tras la cual se le perdió la pista. Pese a la petición expresa de la familia, el chileno no fue convocado a declarar por el juez a cargo del caso.

Actualizado el 29 de agosto de 2018