La Banda

Foto: archivo de Víctor Mandujano

La Banda

Desde mediados de los ‘80 un nuevo "boom" en torno a la música tropical se instaló en Chile. Tardíamente, como siempre, los ritmos danzables de la salsa aparecieron en los últimos años del régimen militar para renovar en parte la fuerte tradición de las antiguas orquestas Huambaly y Cubanacán o todas aquellas sonoras clásicas que animaron los ‘70 y ‘80. Un primer combo plenamente salsero en operar en Chile fue La Banda, un conjunto dirigido por el percusionista Alejandro Mota Riquelme y surgido al alero del Club de Salsa como una necesidad imposible de omitir en la apertura de los ‘90.

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Años

Santiago, 1988 - 1990

Región de origen

Metropolitana de Santiago

Décadas

1980 |

Géneros

Integrantes

Manuel Araya, voz (1988 - 1990).
Alejandro Mota Riquelme, timbal (1988 - 1990).
Diego Baeza, congas (1988 - 1990).
José Luis Araya, bongó (1988 - 1990).
Víctor Mandujano, claves, guiro y maracas (1988 - 1990).
Patricio Pailamilla, trompeta (1988 - 1990).
Héctor Tito Montalván, trombón (1988 - 1990).
Iván Toledo, piano (1988 - 1990).
Antonio Sánchez, bajo (1988 - ....).
Claudio Figueroa, trompeta (.... - ....).
Claudio Araya, bongó (.... - 1990).

En torno a Riquelme (quien concluía por entonces su participación como baterista en el grupo jazzístico Nexus) se organizaron músicos motivados con estos ritmos. Claves fueron los bogoceros José Luis Araya (de De Kiruza) y Claudio Pájaro Araya (de Huara), el bajista Antonio Sánchez (que había tocado en Cometa) y el percusionista Víctor Mandujano (que había sido el batería de la Retaguardia Jazz Band a fines de los ‘60). Tras su retorno del exilio vivido en Venezuela, este último músico trajo consigo las novedades discográficas y un amplio repertorio recreado a través de figuras bullentes: Willy Colón, Héctor Lavoe, los hermanos Palmieri y Rubén Blades.

La Banda vivió dos años con el ascelerador a tope, tocando en noches que nunca llegaban a término para multitudes danzantes convocadas por este nuevo club de baile (que no tenía espacio físico, sino que itineraba por distintas pistas). Sus shows reventaban los termómetros con el clásico repertorio salsero, que obviamente alcanzaba un clímax entre la audiencia con el himno "Pedro Navaja".

Un conjunto iniciático, que respetaba el formato del combo neoyorquino, es decir con sección de percusión afrocubana (bongóes, congas y timbales), una fila de bronces (trompeta y trombón, aunque omitían el saxo) y un solista vocal carismático en el escenario y en la composición de temas originales (Manuel Araya). En 1988 La Banda perdió a su bajista Antonio Sánchez (quien entonces creó el segundo de los combos de salsa de entonces, Maestra Música), pero obtuvo su primer y único álbum. Para la historia: Salsa (1988), editado por EMI.

Actualizado el 01 de abril de 2021