Guiso

Entre el frente de grupos de rock surgido en Chile a fines de los años 90 coinciden pioneros como Yajaira y nuevos exploradores como Familia Miranda, pero un nombre está al centro de la escena: Guiso. Además de instalar el sello Algorecords, por el que han editado sus discos junto a los de varios otros grupos, este cuarteto actuó con persistencia en vivo, mostró su música en Argentina, Uruguay, Brasil y Colombia, e hizo perdurar por dos décadas que persistió en ganar nuevos espacios. Todos sus integrantes se mantienen hoy vinculados de algún u otro modo a la música, siendo el trayecto más constante el del dúo Perrosky.

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Años

Santiago, 1999 - 2018

Región de origen

Metropolitana de Santiago

Décadas

2000 |2010 |

Géneros

Guiso

Integrantes

Alejandro Gómez, voz y guitarra (1999 - 2018).
Álvaro Guerra, voz y guitarra (1999 - 2018).
Álvaro Gómez, batería (1999 - 2018).
Bernardita Martínez, voz y bajo (2001 - 2018).

David Ponce

El ruido y el sonido
Iniciado en el verano de 1999 por Alejandro Gómez, conocido como Perrosky (voz y guitarra), su hermano Álvaro Gómez (batería) y Álvaro Guerra (guitarra), el grupo debutó en la capitalina Picá de don Chito, pero el auténtico impulso inicial llegó al fin de ese año, cuando Guiso recibió la primera mañana del siglo en un festival de año nuevo en la localidad nortina de Cochiguaz.

Sus escuelas tempranas habían sido el metal y el grunge de bandas estadounidenses como Nirvana o Mudhoney, pero con una diferencia a favor. Guiso partió como un trío afín a grupos más lanzados como The Cramps o Jon Spencer Blues Explosion: dos guitarras y una batería. Y el debut de la bajista Bernardita Martínez el 7 de julio de 2001 terminó de cuajar el repertorio que depurarían en vivo.

Guiso en vivo era una descarga de energía que prendía por igual en conciertos autogestionados, en las cárceles de Valparaíso, Buin y Puente Alto donde tocaron en 2002 y 2003, en el primer festival de rock independiente Pulso del capitalino Teatro Novedades en 2004 o en los escenarios sudamericanos que empezaron a visitar en ese mismo año. Pronto iniciaron también su discografía, con la canción "Sólo porque soy" para la banda sonora de la película Ángel negro (2000) y el clip "Grato" (2001), dirigido por Guerra, como primeros registros.

Una inicial y promisoria muestra de rock sin refinar está en Guiso (2001), grabación de prueba con siete canciones propias y una reinvención de "Beat on the brat", de los Ramones. Sintonizar el ruido (2002), el primer disco oficial, incluye "Debe ser mentira", "Sintonizar el ruido" y seis nuevas tomas del disco previo, en las que Guiso tiene la inventiva para inscribir "Manada" y "Calle" en atractivos compases irregulares mientras Perrosky exige "Quiero más" en "La muerte y el dinero", declara "Busco, vivo, historias para cantar" y acuña títulos como "Calle" y "Bar": si tiene que salir el sol aquí, "sale el sol, sale junto al bar".

El segundo disco es El sonido (2004), donde queda prensada una nueva y urgente generación de canciones ya fogueada en vivo como "El sonido", "Delay", "Go-go", el swing rockero de "Fe", la cadencia de "Dámelo", el pulso rápido de "Frío" y "Solución" y el final santanero de "Qué voy a hacer". Guiso también ha editado los singles Debe ser mentira (2002) y El sonido (2003), que incluye las canciones nuevas "Flojo" y "Rock and roll III (La reina)", y el EP 4 + 1 (2005). Un registro de su actuación en el recinto penal de Buin se oye además en el compilado Rock & rejas, sonidos desde la cárcel (2004).

Festivales y viajes
En 2004 el grupo empezó a expandir sus circuitos. En abril debutaron fuera de Chile, con tres fechas en Buenos Aires y Montevideo, y en 2005 se volvieron viajeros más frecuentes. Mientras grupos como Familia Miranda o Fiskales Ad-Hok han estrechado lazos con circuitos de rock autogestionado en Europa, Guiso se ha inclinado por Sudamérica.

En julio de 2005 fueron de gira por Brasil, Uruguay y Argentina con los brasileños Autoramas y los uruguayos Hablan por la Espalda como anfitriones. En octubre del mismo año actuaron junto a The Ganjas en el masivo festival colombiano Rock al Parque, como los primeros músicos chilenos de rock independiente convocados a ese encuentro. Y en junio de 2007 volvieron a Buenos Aires a presentarse en clubes como Niceto y en la radio Rock & Pop argentina.

El catálogo audiovisual es otra prioridad. Además de diversos clips, varios de ellos filmados con la productora TV Piratas, el grupo puso la canción "La muerte y el dinero" en la serie "Bienvenida realidad" (2004) de TVN y actuó el mismo año en el programa de Canal 13 "Amenaza real". Guiso hasta llamó la atención de los periodistas de espectáculos, que en 2006 le otorgaron un premio Apes dirimido entre tres grupos independientes, Alamedas, Guiso y The Ganjas, y en junio de 2007 el clip de "Coerción" (2005), del realizador Lucas Trípodi, ganó el Primer Concurso del Videoclip Chileno organizado por el sitio Suena.cl y la Universidad Católica.

Desde el EP 4+1, el grupo ha equilibrado su repertorio entre las creaciones de Guerra, más contingentes y próximas al punk rock como "Coerción" y "Olé olé", y las de Perrosky, más blusero y taciturno en "Caer" o "Reflexión". Y un paso importante es su tercer disco, Es difícil hacer cosas fáciles (2007), donde es Bernardita Martínez quien se revela como cantante y productora. Su voz va por primera vez al frente en las agitadas "Siempre" y "En el camino", mientras sus compañeros aceleran el pulso en "Quise a Boogie", "Todavía es muy tarde" y "La maldición" y lo aquietan en "La intención" y "Tsunami", al tiempo que Guiso se enriquece con inéditos timbres de piano, guitarra acústica, saxo, trompeta, mandolina y acordeón, estos dos últimos cortesía de la banda de rock y folk argentina Los Álamos.

Varios grupos paralelos se han cruzado también en este recorrido. Desde 2002 el cantante y el baterista integran el dúo Perrosky. Bernardita Martínez fue temprana cantante en Mota, guitarrista en Día Catorce, bajista en Tsunamis, desde 2006 tocó con Felipe Cadenasso, guitarrista de Matorral, y en 2014 editó su primer disco como cantautora. Guerra y Gómez, en tanto, integraron L’Patinalafrente y el baterista ha sido especialmente prolífico además con Niños de Tucumán, The Ganjas, Leo Quinteros o Felipe Cadenasso. La canción "El sonido", ya transformada en un himno de su repertorio, es de hecho una dedicatoria a los músicos de este ámbito. Y otra canción del mismo disco, "Delay", corrobora cuál es el espíritu de este grupo. Uno de sus versos es "son dos acordes repetidos / los que te hacen bailar", y remata en un coro a modo de básico manifiesto que dice una y otra vez tres palabras en las voces de Guiso a coro: "¡Rock and roll!". Son tres palabras repetidas las que te hacen bailar.

Actualizado el 22 de mayo de 2021