Cinco músicos dieron vida a Los Crawfish en San Carlos, banda que tocaba en fiestas de la zona temas de rock y pop, y que en 1968 se enfrentó a Los Angeles Negros en el concurso radial que les permitió a ellos grabar su primer disco. Aunque derrotados, Los Crawfish siguieron con su historia, y un año después se presentaron en una audición en Santiago para el sello RCA. La compañía los seleccionó de inmediato para grabar dos canciones en un single: "Lluvia y lágrimas" y "Quiero ser", pero bajo el nombre en castellano de Los Cangrejo.

Se presentaron ese verano de 1970 en varias partes del sur de Chile, y viajaron incluso a actuar en Buenos Aires. En 1970 grabaron un LP instrumental de canciones bailables, que por sugerencia de Inglez se llamó El que no baila es momio, que - a pesar del nombre- no tenía ningún contenido político. En 1971 varios de ellos se integraron al grupo Los Cristales, y terminaron con su historia. En los 80, el baterista Erwin Gubelin se convirtió en un importante ejecutivo discográfico.