Tras la repercusión que tuvo la "Tonada para la Pachamama", composición de Pablo Lecaros que apareció en el disco La Marraqueta (1995) y que marcó toda una dirección en el jazz fusión chileno, el grupo comienza a incorporar nuevos elementos musicales a su creación. Junto con esas tonadas chilenas procesadas, el repertorio se impregna ahora de una inspiración mapuche, en sus ritmos, en sus cantos, en sus atmósferas. Eso ocurre ya desde el título de este disco, en memoria del lonco mapuche Sayhueque, líder político en la región de La Araucanía chileno-argentina durante el siglo XIX. Las composiciones, sus desarrollos e improvisaciones también se despliegan en esa estética aprehendida, como en la propia "Sayhueque", creación de largo aliento y tripartita entre Andrés Pollak (piano), Pablo Lecaros (bajo eléctrico) y Pedro Greene (batería). El repertorio considera, además, ritmos nortinos como "Huaynito", centrinos como "Entonada", y afrolatinos como "Sudaibericana", que vienen a subrayar desde distintos bordes el concepto de "fusión criolla", propuesto por estos músicos en esos tiempos. Por primera vez aparece un cuarto elemento en La Marraqueta, el guitarrista Mauricio Rodríguez, quien está a plena forma en las funkies "Black jackets" y "Tirando p'arriba", aunque en la fusión inspirada por Pat Metheny de "Segundo piso", la guitarra solista corre por cuenta de Jorge Díaz, otro de los militantes en la historia del grupo. —Iñigo Díaz