Comprender la música metal chilena en sus vínculos sociales y en sus rasgos como fenómeno de la modernidad orienta este ensayo escrito por un sociólogo y músico aficionado cuya mirada casi nunca se despega de nuestro país, lo cual le agrega valor al texto como una crónica de útil consulta sobre historia popular y cultura recientes. El autor enlaza música, política, geografía, medios de comunicación y estéticas desde mediados de los años ochenta, y alterna recuerdos personales, datos y también entrevistas breves a bandas del género. Fotos, afiches y volantes cruzan el texto, que no esquiva referirse a los prejuicios y también los fanatismos que esta música despierta. Es un trabajo que se asume redactado por un fan y dirigido a conocedores.
«En el caso del trash metal chileno, podríamos decir que Massacre lo gestó, Necrosis lo popularizó, Pentagram lo sofisticó, Warpath lo politizó y Dorso lo expandió hacia otros horizontes musicales», se escribe hacia el final, a modo de síntesis del recorrido, y la frase es elocuente de la mirada abarcadora y a la vez descriptiva que consigue el libro. Existían ya estudios de foco similar (como Pájaros negros y Retrospectiva al metal chileno), pero este libro es un complemento útil y especialmente meritorio en la síntesis que consigue darle a su lectura amplia del fenómeno.