Cada tradición musical lleva una marca asociada, y la de la canción popular chilena es la de la pertenencia de clase y los conflictos derivados de ésta, estima el autor de este breve ensayo que, para probar el punto, avanza desde el «Corazón de escarcha» del Chilote Campos (1946) a «Jaguar», de Pablo Chill-E. Al medio del recorrido, se analizan composiciones de, entre otros, Patricio Manns, Sergio Sauvalle, De Kiruza, Mauricio Redolés y Tiro de Gracia, con especial y lógica detención para piezas de Violeta Parra, Víctor Jara y Jorge González.
«La identidad chilena (es) tema principal que nutre la canción chilena y herida que marca transversalmente», describe en un pasaje este libro de ejemplos precisos y asociaciones de referencia (como todo aquello vinculado al origen y uso de la palabra ‘flaite’, nacida probablemente en el hampa del Perú como deriva del ‘fighter’ anglo), que más que plantear una tesis pone la lupa sobre una evidencia innegable, naturalizada por una sociedad clasista y de cancionero siempre atento a nuestra atávica desigualdad.