Tío Lucho

Sorprendió Tío Lucho cuando, en 2004, comenzó a actuar en Santiago después de unos subterráneos inicios desde 1999. Hasta la aparición de su disco debut no hubo reseña que dejara pasar la conformación instrumental de la banda: guitarra, batería, voz, saxo y teclado. Esa alineación le ha dado al grupo una sonoridad particular, plasmada en canciones inspiradas en el punk, el rock and roll de vieja escuela, el twist y el surf. Letras que hablan de ciudad y sublevación y una visualidad deudora de grupos como The Clash y Los Prisioneros más precoces completan el cuadro de una banda que ha encontrado en los escenarios su hábitat favorito.

Leer más

Años

Santiago, 1999 - 2013

Región de origen

Metropolitana de Santiago

Décadas

2000 |2010 |

Géneros

Tío Lucho

Integrantes

Enfer (Fernando Arredondo), voz (1999 - •)
Pitufo (Cristóbal Rawlins), teclados y voz (1999 - •)
Rata (Francisco Matta), guitarra y voz (1999 - 2002), batería y voz (2002 - •)
Sebastián Grau, batería (1999 - 2000)
Álvaro Castillo, saxo (2000 - 2007)
Antonio Poño Ortiz, guitarra (2002 - 2007)
Mecha (Juan Pablo Arredondo), guitarra (2007 - 2008)
Andrés Tatán Mihovilovic, guitarra (2007 - 2008)
DJ Caso (Sebastián Rojas), tornamesas (2008)
Álvaro Guerra, guitarra (2008 - )
Manuela Baldovino, guitarra (2008 - )

Rodrigo Alarcón L.

Primeras tocatas colectivas
Tras iniciarse en 2003, desde el año siguiente Fernando Arredondo (voz), Cristóbal Rawlins (teclado), Francisco Matta (batería), Antonio Ortiz (guitarra) y Álvaro Castillo (saxo) se presentaron en la capital con bandas como Ramires!, Las Jonathan y Jiminelson. Inauguraron su discografía con los EPs No me sigas (2004) y Son tus armas (2005), que incrementaron el ritmo de presentaciones y fueron pretexto para las primeras apariciones en prensa, artículos en los que a raíz de los pasajes con saxo Tío Lucho recibió reiteradas comparaciones con la banda argentina Sumo.

Los shows se extendieron por Santiago, Valparaíso y Concepción, ocasiones en las que no sólo la música y el baile se hacían presentes. Sus conciertos incorporaron más elementos visuales, desde la reproducción de todos los lugares comunes del punk en la vestimenta hasta chillones colores como escenografía. Sin contar con el protagonismo escénico de Fernando Arredondo, quien no trepidaba en vociferar, desnudarse ni lanzarse contra los instrumentos, en actuaciones que podían provocar rechazo en el público pero siempre aseguraban el desorden entre los asistentes. Desde sus inicios, Tío Lucho tocó además con bandas tan disímiles como Dion, Divino Bastardo, Perrosky, Pornogolossina, Bellyco y LaFloripondio, variedad basada en el confeso deseo de la banda por contar con un público amplio.

Cabrón de jungla (2006) fue el primer disco de larga duración del grupo. Con una carátula colorida –al modo del Give 'em enough rope, de The Clash–, el disco anunciaba su preferencia por lo clásico y fiestero. Es media hora de canciones casi siempre aptas para el baile, sea en clave punk, rocanrolera o nuevaolera, con letras que hablan tanto de agitación como de ídolos juveniles caídos en decadencia, cantadas sobre música inspirada en los ya mencionados Sumo, pero también en bandas con saxo como The Sonics o descubrimientos más recientes como Milkshakes, según reconocía el grupo.

La llegada de 2007 marcó un punto de inflexión. En enero Tío Lucho terminó su relación con el sello Algo Records y, poco después, Álvaro Castillo y Antonio Ortiz abandonaron la banda, privándola de uno de sus elementos distintivos: el saxo. Poco tiempo pasó, sin embargo, para que Juan Pablo Arredondo (Fiskales Ad-hok) asumiera el puesto de guitarrista. Una actuación en la Sala SCD Bellavista fue el debut de la nueva formación, noche en la que también Colombina Parra, de Los Ex, subió al escenario.

Convertidos en cuarteto, las canciones del grupo se han vuelto más bailables, y desde esa nueva perspectiva se trabajó su segundo álbum. Lo que ahora brilla putrefacto quedará… (2008) fue producido por Carlos Cabezas  y afirmó al grupo entre las mejores propuestas de nuevo punk funcionando actualmente en el país. Para la banda, el álbum ha sido el resultado de haberse propuesto "salir del encasillamiento punk-rock. Carlos nos enseñó cómo funcionar en una lógica más comercial, más cercano a las orejas del formato pop, que es lo que nos interesaba, porque queremos que nuestras canciones estén en todas partes”.

Actualizado el 19 de marzo de 2021