En la sonrisa y en la piel Calle Cueto En la sonrisa y en la piel

El Barrio Yungay ha escenificado poemas y canciones de Mauricio Redolés, acaso el vecino más conocido de ese sector al poniente de Santiago, pero entre todas sus calles, solo una ha inspirado un disco completo. 

La calle Cueto va desde avenida Balmaceda, al borde del Parque de Los Reyes, hasta Erasmo Escala, a un par de cuadras de la Alameda. Son dos kilómetros que se asoman desde el norte y cruzan hacia el sur por el barrio Yungay, fundado hace casi dos siglos al norponiente de Santiago, con la plaza homónima como hito principal. Es una calle como tantas otras que atraviesan una de las zonas más antiguas de la capital, pero es la única que tiene un cancionero propio: Bailables de Cueto Road.

Era 1998 cuando Mauricio Redolés publicó ese disco que, en realidad, no se ajusta completamente a esa categoría. Presentado como un antiguo programa radial, en sus setenta y tantos minutos las canciones conviven con poemas, locuciones de “Mauricio Rebolledo” y “Gregorio Colón” (el propio Redolés y el actor Gregory Cohen) y avisos publicitarios creados para locales reales del vecindario como La Madrileña, Ferretería San Pablo, Maniquíes Ortega, Peluquería Francesa (“córtese el pelo en Libertad pero con Compañía”) o Farmacia Real (“frente a la Plaza Yungay y a pasitos del siglo pasado”). Entre todo aquello, irrumpen transmisiones de hípica y de un insólito partido entre poetas chilenos vivos y muertos, que acaba con victoria aplastante para los segundos, sellada por un golazo de Jorge Teillier.

Zigzagueando entre música, teatro, radio y poesía, Bailables de Cueto Road es un recorrido por Cueto y por todo el Barrio Yungay, pero es apenas una de las varias vueltas que su creador ha dado por el barrio.


Santiago - Liverpool

En poemas, entrevistas, crónicas y fotografías, Mauricio Redolés ha subrayado durante décadas su condición de vecino de Yungay. Por supuesto, también lo ha hecho con alusiones que se pueden rastrear desde el primero hasta el último de sus discos. Ya en Canciones & poemas (1985) aparece confundido entre el Londres de su exilio (“Que calle San Pablo nazca por ahí por la Catedral de Saint Paul”); en ¿Quién mató a Gaete? (1996) es escenario de una persecución (“Llegando a Yungay a las dos de la mañana/con un cargamento de marihuana”); y en el reciente Quiero seguir continuando (2020) reaparece animado por inmigrantes y amenazado por inmobiliarias: “Feliz ahí en Cueto Road vivo yo”, canta en el “Son de Yungay”.

Otras esquinas de Santiago también escenifican sus canciones. Está la Estación Central de "Eh rica" y el Motel Catedral de Química (de la lucha de clases) (1991). Está la Plaza Brasil en la apertura de One, two, tres, cuatro (2013) y en “Ciertos espectáculos de Santiago” hay un “topless de 10 de Julio lleno de borrachos”. El propio Redolés ha dicho que “Bello barrio”, el poema que titula su disco de 1987, no es sobre Yungay sino sobre el sector en el que vivió por un tiempo, cerca de avenida Carlos Valdovinos. Es el conocido “bello frágil barrio al suroeste de Santiago de Chile”, donde “nadie discrimina a los obreros porque todos somos obreros”, donde “los cines dan las películas del guatón Ruiz y la música de Los Jaivas no ha sido destruida a hachazos”, donde “hay una sinceridad de panadería que me pone nostálgico y sureño”.

Mauricio Redolés en Cueto con Compañía, en 2018. Foto: Facebook Mauricio Redolés.

Más allá de las precisiones geográficas, podría ser Yungay o cualquier otro barrio del mundo. Redolés ha dicho que “así como los Beatles le cantaron a Liverpool, todos le cantamos a nuestros barrios; así como ellos le cantaron a Penny Lane, yo le canto a la calle Cueto, porque Cueto fue mi Penny Lane. Yo fui a Penny Lane cuando estuve en Inglaterra y es una calle culiá como cualquier otra calle culiá del mundo no más, pero ellos vieron su belleza”.

Esa es una frase que Mauricio Redolés pronunció en 2020, durante una entrevista para promocionar sus nuevas canciones, pero en realidad es una idea que ha trabajado por años. Estaba incluso en “Cueto 415”, una de los muchos jingles improbables de Bailables de Cueto Road: “Cueto en la sonrisa y en la piel (...) esta fue mi Penny Lane”.

Rodrigo Alarcón L.


Son de Yungay

 

Foto principal: Mauricio Redolés en 1999 / Memoria Chilena.