ANTOLOGÍA 2017

Contra el lugar común de reducir la temporada musical chilena del año a un puñado de nombres, vale la evidencia: 2017 trajo desde novedades disqueras de Los Huasos Quincheros con su octogenario cumpleaños y la reiniciada Orquesta Huambaly hasta discos pop del siglo veintiuno de parte de Gepe, Pedropiedra, Protistas, Portugal y más jóvenes como (Me llamo) Sebastián, Rubio y Playa Gótica, entre centenares de discos de los más diversos géneros musicales por explorar.

En medio pasaron los cien años de Violeta Parra y trajeron consigo discos con nuevas lecturas de sus canciones a cargo de Tita Parra y Ángel Parra con invitados. A la vez se cumplieron cincuenta años de Inti-Illimani conmemorados por Inti-Illimani e Inti-Illimani Histórico con sendos discos; hubo grabaciones de exponentes de la Nueva Canción Chilena y sus herederos como Eduardo Yáñez, Patricio Castillo y Napalé; aniversarios de nombres como Santiago del Nuevo Extremo y Cecilia Echenique, el regreso de Congreso al disco y la buena nueva de la reaparición en vivo de Mauricio Redolés.

También hubo baladas con Andrés de León; discos de bandas y solistas nacidos en los ’80 y los ’90 entre Gondwana, Los Miserables, Lucybell, Santos Dumont, Sinergia, Saiko y Quique Neira; rimas de rap con Matiah Chinaski, DJ Cydtronick, Cevladé, Movimiento Original o Cómo Asesinar a Felipes; propuestas electrónicas desde Kinética, Motivado, Baradit, Gozne y las colaboraciones de Óscar Santis hasta residentes en el extranjero como Equipo, Silvio Paredes, Alejandro Albornoz con Mika Martini o Matías Aguayo; y estrenos pop con Denise Rosenthal, Carolina Nissen, Benjamín Walker, Fernando Milagros, La Bandita del Domingo, Amanitas o la colaboración de Manuel García con Sebastián Vergara.

No faltaron vetas de rock con Aguaturbia, Yajaira, Adelaida, Keko Yoma, Julia Smith o Kaskivano. El metal arrojó estrenos de A Sad Bada, Execrator, Sadism y Torturer entre otros. Hubo nuevos discos de punk, hardcore o post-hardcore con Curasbún, Horregias, Tenemos Explosivos y más. Llegaron sones latinoamericanos y de raíz en el folclor con Magdalena Matthey, Rodrigo Santa María, Diana Rojas, Tato Seves, Andrea Andreu o Natalia Contesse; jazz con Claudio Rubio o el trío entre Nicolás Vera, Leo Genovese y Félix Lecaros; cumbia con Villa Cariño, nuevos rumbos a partir de la cueca con los chilotes Bandada o la Orquesta Punta e’ Diamante; el debut reggae de Talulah Neira; un universo de fusiones con MediaBanda, Banda Conmoción, Kalfü, Rukantü, Ajimsa o Anticueca y el borde experimental de La Chimuchina, entre muchísimos nombres más.

En la presente antología consignamos a algunos artistas y discos destacados de la temporada 2017, sobre todo como una invitación a seguir explorando en los múltiples circuitos y escenarios de la música chilena.

 

 
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MÚSICOS DEL AÑO

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Mon Laferte

Por segundo año consecutivo la cantante viñamarina que es figura en México se instala este cuadro de escogidos del año musical. El eco de sus logros y un ascenso sostenido habían sido evidentes ya desde 2015, tras Vol. 1, el disco que la convirtió en un personaje de la canción melodramática gracias a éxitos como “Tu falta de querer”. El año que comenzó con su triunfo en el Festival de Viña del Mar en febrero tuvo su rúbrica con el gran concierto que Mon Laferte dio en diciembre en Arena Movistar, ya investida como la figura del año. En la misma temporada fue invitada por Jorge Drexler a compartir “Asilo”, una de las canciones del nuevo álbum del cantante uruguayo, Salvavidas de hielo.
Y el disco personal de Mon Laferte que remarcó esa jerarquía fue La trenza, un trabajo que incluye dúos con el español Bunbury (“Mi buen amor”) y el chileno Manuel García (“Cielito de abril”), y del que se desprende la cumbia "Amárrame", grabada junto al cantante colombiano Juanes, que convirtió a Monserrat Bustamante Laferte en parte de la selecta lista (junto a La Ley, Beto Cuevas y Ana Tijoux) de ganadores chilenos para el premio Grammy latino. El trofeo máximo de 2017.

 

 

Macha y el Bloque Depresivo

La dinámica de arrase para Bloque Depresivo no necesita de intermediarios ni expertos que les indiquen cómo es que hoy se consigue el éxito entre grandes audiencias. El grupo con Aldo Macha Asenjo en voz no cuenta hasta ahora con casi nada de lo que se supone condición esencial para arengar a las masas. Ni siquiera hay —aún— un disco de la banda. Nacido como un desvío del trabajo de Chico Trujillo —ese grupo le llamaba «bloque depresivo» al turno de canciones románticas y tristes de su setlist en vivo—, a sus primeras presentaciones hacia 2010 se fueron añadiendo con el tiempo nuevas citas en vivo de una convocatoria impresionante, como los cinco llenos del capitalino Teatro Cariola de hace dos años.
Pero fue en 2017 que del grupo comenzó a hablarse propiamente como de un fenómeno. Sin más anuncios que avisos breves en su cuenta en Facebook —tampoco ha habido entrevistas con prensa de parte de ninguno de sus integrantes—, Bloque Depresivo agotó en pocas horas las entradas para todos los conciertos que anunció por Chile, incluyendo dos citas en el Teatro Caupolicán, a comienzos de junio, y con invitados que es poco probable que otro músico chileno consiga convocar: de Fernando Ubiergo a Tommy Rey.

 

Ángel Parra

Ángel Parra fue el segundo hijo de Violeta Parra y de sus enseñanzas intensas, sabias y severas, aprendió el oficio de músico. La acompañó en algunos de sus viajes de recopilaciones, y a los 14 años grabó su primer disco solista, iniciando una lista que completó más de 70 títulos. Canciones de autor, cuecas, boleros, tangos, folklore latinoamericano, canciones infantiles y musicalización de poemas son parte de esa lista. Escribió una decena de libros y cantó por el mundo con músicos de todas las generaciones, y por eso su voz y su guitarra aparecen en discos de Atahualpa Yupanqui, de su hermana Isabel, de los Blops, de Manuel García, de Roberto Parra.
Fue un gestor cultural, creador de la Peña de los Parra y promotor de muchos otros artistas. Establecido en París desde 1976, donde vivió la mayor parte de su exilio, mantuvo su actividad artística hasta pocos días antes de su muerte, el 11 de marzo del 2017. Tenía 73 años y entre sus canciones quedaron varios clásicos de la música popular chilena y latinoamericana: “Cuando amanece el día”, “Canción de amor”, “La democracia”. Ángel Parra es, sin duda, uno de los grandes nombres de la música popular chilena.

 

Violeta Parra

Los cien años que cumplió en esta temporada fueron la noticia musical del año en Chile. Violeta Parra (1917-1967) motivó iniciativas tanto populares como académicas entre conciertos, exposiciones, coloquios, libros y discos. Entre esas publicaciones figuran “Después de vivir un siglo - Una biografía de Violeta Parra”, de Víctor Herrero; “Violeta Parra en el wallmapu - su encuentro con la cultura mapuche”, de Paula Miranda, Allison Ramay y Elisa Loncon; “Violeta Parra en Concepción y la frontera del Biobío: 1957-1960”, de Fernando Venegas; “Violeta Parra en sus palabras - Entrevistas (1954-1967)”, con edición de Marisol García, el colectivo “Después de vivir un siglo”, publicado por el CNCA, y la reedición de las biografías “La guitarra indócil” (1977), de Patricio Manns, y “La vida intranquila” (1999), de Fernando Sáez.
El catálogo disquero del cumpleaños partió desde el mismo seno familiar, con Yo soy la feliz Violeta, de su nieta Tita Parra, y Las últimas composiciones de Violeta Parra, publicado en 1966 y recreado completo por el guitarrista Ángel Parra Orrego e invitados, y llegó hasta el disco Herencia rebelde - trovadoras en la ruta de Violeta, producido por Cecilia Concha-Laborde y con cincuenta intérpretes de diversos países americanos.

 
 

DISCOS ELEGIDOS

 

Los editores de MusicaPopular.cl escogen 25 discos chilenos publicados en 2017.

 

Magdalena Matthey - Lo más cerca posible(Machi)Magdalena Matthey Lo más cerca posible (Machi)

Después de seis discos y un DVD en su catálogo personal desde 1997, Magdalena Matthey se ha consolidado como una cantante y compositora entregada con dedicación a la música de raíces latinoamericanas. En Lo más cerca posible corrobora esos créditos pero además explora lugares nuevos, y así la síncopa del reggae, el wah wah tenue de una guitarra eléctrica y un fraseo que hasta se aproxima a las rimas del rap la proyectan en una dirección insospechada y urbana en la canción “En las calles del mundo”, destacada además por la presencia de Nano Stern como invitado.

Pero América Latina sigue siendo el domicilio de Magdalena Matthey, que compone una cueca fúnebre en “Poeta ausente”, toma el cuatro venezolano para tocar ritmo de joropo en “Que palpita el corazón” e imprime pulso ligero de cumbia a “Gracias por tu amor”, entre otras opciones. El título del disco, tomado de una expresión del premiado arquitecto chileno Alejandro Aravena, sugiere proximidad y humanidad, y es consistente con principios como “La esperanza de la gente no se mide con riqueza”, verso de la citada canción “En las calles del mundo”. Así también la autora escribe sobre identidad en “Yo la llamo identidad”, sobre inocencia en “Ojitos lindos” o sobre pérdida en “Dónde está tu casa” y la íntima “Quédate conmigo”, y escribe también una fábula en “Mama, dónde estás” o simplemente una canción de amor en las rimas esdrújulas de “Preciso amar” y en “Todo es tan lindo contigo”, el primer single del disco. La producción de Tilo González, garantía de la presencia de timbres acústicos y de finas terminaciones, es el mejor aliado de la voz delicada y expresiva de Magdalena Matthey.

 
 

Camilo Salinas – Solo piano () Camilo SalinasSolo piano
Suena a paradoja presentar a estas alturas un disco de Camilo Salinas como un debut, pero en rigor sí es Solo piano la primera publicación solista de un músico que pisó antes suficientes estudios de grabación junto a Petinellis, Inti-Illimani Histórico, Los Tres y Los Bipolares, entre las muchas bandas a las que se ha integrado como miembro o parcial colaborador en 41 años de vida. Y, aunque en las antípodas de la dinámica colectiva avanzada por él hasta ahora, no es éste un quiebre con ese recorrido. Salinas despliega a solas con su piano lo que antes ejerció por encargo: el ser un compositor y ejecutante cómodo en las piezas breves, hábil en el bordado de melodías y dúctil en la adaptación a ritmos que tanto pueden evocar añoranzas como estimular la juerga y la fiesta.

 
 

Cevlade – Pinceles y puñales (Nawal Rage) CevladéPinceles y puñales (Nawal Rage)
Con más de una decena de discos, Cevladé es hoy un veterano en el género, y se comporta como tal. Con su destreza lírica, cuenta historias propias o imaginadas, pero siempre reales. Habla en primera persona, con rabia en “Traje flores” y con convicción en “Año nuevo”. También coquetea con la música negra, recurre (y aprovecha) a muchos invitados, y sus canciones van de la intimidad de “La serenata triste” a claves bailables en “Julia, la princesa adormecida”. Rap maduro, diverso y apasionado. Sin pretensiones, como reconoce en “Pinceles y puñales”.“Sólo soy Cevladé / no Iggy Pop, ni Cohen ni Dylan / No pretendo ser un Parra / ni que estudien mi vida / mi disco ni los talones le llega a Corazones / pero mi corazón son estas canciones”. La tiene clara.

 
 

Claudia Mena – Quisiera ser palomita  Diario Sonoro Latinoamericano () Claudia MenaQuisiera ser palomita (Diario Sonoro Latinoamericano)
Un sólido debut presenta Claudia Mena, que grabó este disco en el formato del canto campesino en su espacio natural: una voz sin ornamentación y el acompañamiento de la guitarra. Proveniente del dúo El Parcito, donde se inició en la cueca y el folclor, Mena se muestra ahora como cantora, recopiladora y también autora, en la cueca titulada “Cuando a Lima yo llegué”. El resto son canciones de bella poética: “La parva de paja”, una historia de desamor entre patrón e inquilina; la tonada “Palito de canela”, legada por Margot Loyola, la cueca “Debajo de un limón verde”, que le entregó Francisco Astorga, o “Quisiera ser palomita”, con guitarra traspuesta, un canto recogido en Vega del Molino (región del Maule) que pone a la vista a este nombre nuevo para una tradición.

 
 

Claudio Rubio – Hijo  Discos Pendiente () Claudio RubioHijo (Discos Pendiente)
El tenorista de jazz se tomó el tiempo para estrenarse como compositor y líder en un disco en el que recupera “Perdimos a uno”, una de sus principales piezas autorales. Más allá de la investigación centrada en la música y la metodología de histórico Lennie Tristano en su primer trabajo, publicado hace seis años, Claudio Rubio expone ahora un catálogo de dinámicas obras para quinteto. El sonido del rock, o lo que se podría considerar rock, permea la música a través de la guitarra de Sebastián Prado, dando cuenta de la proximidad de Rubio con bandas como Sonic Youth o Wilco. Completa el personal, además de Prado como segundo solista, la sección rítmica de Sebastián Castro (piano), Milton Russell (contrabajo) y Juan Pablo Jaramillo (batería).

 
 

Cómo Asesinar a Felipes – Elipse (Koolarrow / Potoco Discos) Cómo Asesinar a FelipesElipse (Koolarrow / Potoco Discos)
Pocas veces la llegada de un integrante a un grupo se hace tan evidente en el giro de su sonido, incluso si éste ya destacaba por su encomiable libertad de estructuras. El ingreso de Cristián Gallardo en saxo y flauta ha reorientado el hip-hop jazzero de C.A.F. en un sexto disco con nuevos espacios, quiebres, desate de vientos y climas. Esa búsqueda guarda una atractiva correspondencia con la profundidad de las palabras, desafiantes en asuntos que pueden calificar de filosóficos: temores, dudas, silencios y compromiso con las propias decisiones de vida. “El miedo, la desconfianza te han vuelto esclavo / Esclavo de la urgencia”, es una advertencia inicial en este disco que avanza por seis tracks sin cortes, porque también así sucede la elipse de la existencia.

 
 

Congreso – La canción que te debía (Machi) CongresoLa canción que te debía (Machi)
Sin ansiedad, y tras siete años, Congreso edita un nuevo disco original (para el disco anterior se tardó nueve): La canción que te debía. Abundante, diverso, delicioso y sereno. Quince canciones que se mueven entre el tango, la baguala, el vals peruano y el rock, pero con el delicado barniz de Congreso. Las canciones hablan de un viejo en un asilo, de la tragedia de un arquero de un club de barrio, de un inmigrante perdido en el desierto, de una sobrina que habla a un tío desaparecido. Conforme y tranquilo con su lugar en la historia. Así lo dicen justamente en la canción que abre el disco, “Premio de consuelo”. “El pan del otro / Tu beso errante / La vida escarcha / ¡No pasa nada! / Todo se escapa”.

 
 

Electrodomésticos – Ex la humanidad (Konstantinopla) ElectrodomésticosEx la humanidad (Konstantinopla)
“La luna es un lugar”, puede ser una despedida, una advertencia o una carta de amor. Extraña y sobrecogedora, revela que Electrodomésticos, idolatrías aparte, es sobre todo una banda de grandes canciones. De eso se trata todo. Desde su regreso en 2002, los “Electros” han sumado seis títulos a su discografía, pero nunca han abusado de la calificación de culto con la que – para bien o para mal– usualmente se les describe. Convertidos en cuarteto solo con un original, Carlos Cabezas (el bajista Silvio Paredes vive fuera de Chile), la banda sigue en lo suyo, pero también abre caminos nuevos. Oscura como “Ex la Humanidad”. Emotiva como “Sueño azul”. O tal vez pop como “Fui detrás de ti”. Grandes canciones. De eso se sigue tratando Electrodomésticos.

 
 

Evelyn Cornejo – La chusma inconsciente () Evelyn CornejoLa chusma inconsciente
En su segundo disco tras Evelyn Cornejo (2009), la cantante y autora maulina registra el sonido colectivo madurado en vivo en los últimos años. Sin perder la mirada crítica de canciones como “Las leyes”, agrega sentimiento melódico en “Otra forma de querer”, reggae ligero y cumbiero en “Este amor”, guitarras aflamencadas en “Y no me digan que yo soy mala gente”, vientos y cuerdas nortinos en “Palomito”, intención de joropo en “Cómo quisiera olvidarte”, ritmo de bossa nova en “Yo que te quiero tanto” y el pulso mapuche para un relato de la historia de ese pueblo en “Las golondrinas”. No por nada la canción “La chusma inconsciente” da título al disco: en esa reivindicación popular están concentradas la firmeza y la convicción que Evelyn Cornejo corrobora aquí.

 
 

Fernando Milagros – Milagros (Jungla Music) Fernando MilagrosMilagros (Jungla Music)
A diez años de su debut, Fernando Milagros se afirma ya en una cantautoría adulta, si por tal puede entenderse el tránsito por un cauce de pulsos personales, orientado más por inquietudes propias que por tendencias (es, de hecho, una autoproducción). Las canciones de Milagros son distintivas, con arreglos, versos y colaboraciones elocuentes de las prioridades de su autor. Avanza en ellas un pulso (simétrico, como el del corazón), una voz enfática y palabras sobre antagonismos y lecciones despejadas a solas. No es, sin embargo, pura autorreferencia: es un canto adherido a un orgulloso latinoamericanismo, donde cuaja la improbable definición que ha dado el chileno a su interés por el sonido regional: más que una cita purista, «una sensación».

 
 

Gepe – Ciencia exacta (Quemasucabeza) GepeCiencia exacta (Quemasucabeza)
Como todo disco de Gepe, este trae canciones que quedarán para siempre. Es el sexto de la historia que comenzó en 2004, y que trece años después —con hitos masivos mediante— lo regresa a esos orígenes. Ciencia exacta iba a ser originalmente un EP acústico (“sin usar ProTools”, reconoció), pero terminó siendo un disco entero, más o menos con ese sello: Predominio de instrumentos acústicos, tono íntimo, canciones de amor. Invitadas como Juanita Parra y María Esther Zamora (ambas moviéndose con soltura fuera de sus propios estilos) y un cover de Café Tacuba completan el que para muchos no es el mejor disco de Gepe, pero para él eso no es problema, porque sabe que seguirá haciendo discos el resto de su vida. “Después de éste”, lo dijo, “vendrá otro”.

 
 

Horregias – Lo normal (Vaca-c-iones) HorregiasLo normal (Vaca-c-iones)
Pasó rato antes de la buena noticia de una grabación de Horregias tras Pasarela fracaso (2011), y después de seis años unas cosas persisten y otras cambian. Si antes Horregias eran Feocia, Horridia y Nefasta, hoy son Feocia, Horridia y Mari-Crimen Kraken, y el sonido se oye más producido que el rock desprolijo de los inicios. A la vez sigue ahí su actitud para cantar sobre arribismo, pasearse a los estereotipos de belleza o desafiar con su opción sexual el patrón de la normalidad, desde el título del disco hasta las rimas de Dadalú en “Heteronormativa”. “Somos las Horregias, una banda punk rock del cerro de Renca en Chile; hacemos canciones y practicamos el camionismo. Somos lesbianas”, dicen ellas en parte de su presentación. Claro que es punk rock.

 
 

Javiera Barreau en Familia – Javiera Barreau en Familia (Unita) Javiera BarreauUnita
Autora, compositora, cantante e instrumentista, Javiera Barreau dio algunos de sus primeros pasos en la banda de reggae Abya Yala, con la que grabó el disco Cambia (2011), y sigue concibiendo la música en forma colectiva. Su disco Matriz (2013) es de Javiera Barreau Ensamble y el actual Unita (2017) está firmado por Javiera Barreau en Familia, o sea Silvio Rossi, Valentina Maza, Walter Li, Sebastián Gómez, Camilia Soria y Pablo Ugarte. Son ocho canciones conectadas por timbres a menudo acústicos y vetas del folclor chileno y latinoamericano. Unos versos en décima son el punto de partida, para sumar en “Como antes” un pulso latinoamericano y descubrir en “Huaynito de amor” una pequeña joya del pequeño tesoro que es este disco.

 
 

Juan Pablo Abalo – Música ambiental () Juan Pablo AbaloMúsica ambiental
Este disco , como pocos, retrata con lucidez trazos de la sociedad chilena. Sus canciones hablan del aborto, del abuso de redes sociales, de noticias policiales o de la vida de la gente. Pero no directamente: “Dispararse en los pies”, que abre el disco, es un relato dramático de las promesas del Chile neoliberal, pero sin consignas, narrado desde la resignación. Y así es el cuarto disco de Abalo, académico, columnista y doctor en filosofía, quien pone al piano por primera vez como protagonista. Sus ocho canciones nacen, ha dicho su autor, del “ruido ambiental, o sea de las conversaciones que andan dando vueltas”. Por eso el nombre es preciso. Como también las miradas al Chile de hoy. Severas y a veces tristes… como es el ruido ambiental.

 
 

Kabeza de Toro – El Kabeza de Toro soy yo () Kabeza de ToroEl Kabeza de Toro soy yo
Otro sorpresivo estreno marcó el año discográfico con el quinteto de rock Kabeza de Toro. La banda que forman Alfonso Arévalo, Bruno Simonetti, Peter Alarcón y Franco Cancino, y que encabeza el guitarrista Emilio Chino Santana, autor de este brillante repertorio, tomó su nombre de una mitología ñublense: un cantor de San Fabián de Alico que recorría pueblos y aldeas con una auténtica cabeza de toro como máscara. La representación sónica de esa historia queda expuesta en las diez canciones de este disco, con una música de influencias del beat y la sicodelia de los años '60 que Kabeza de Toro retoman y reconvierten de una manera provinciana con folk, country rock, corrido y la fenomenal cueca con órgano “Ay sí sí”.

 
 

Lanza Internacional – Lanza Internacional (República Independiente de Música Popular) Lanza InternacionalLanza Internacional (República Independiente de Música Popular)
Un cambio notorio en su conformación de banda no tenía por qué haber garantizado que los hermanos Francisco y Mauricio Durán iban a aventurarse muy lejos de lo que habían mostrado como parciales compositores e intérpretes de Los Bunkers. Pero, ahora en un trío, los penquistas radicados en México sí consideraron adecuado sortear lo seguro y conocido. Lanza Internacional (con Ricardo Nájera en la batería) suena fresco por la energía de su marcha eléctrica y porque propone nuevas síntesis en la presentación de canciones. Son piezas breves, encendidas y de observación aguda y sobria —a veces, incluso bailables—, en parte espejeadas en referencias pop/rock del pospunk (New Order, The Jam), en parte como resultado de la seguridad que transmiten los Durán-Durán como autores estudiosos de las recetas más efectivas en la composición pop.

 
 

Las Hermanas Loyola – Hermanas Loyola (Academia Nacional de Cultura Tradicional Margot Loyola Palacios) Las Hermanas LoyolaHermanas Loyola (Academia Margot Loyola Palacios)
Como marca del inicio del año centenario de la folclorista Margot Loyola, el 15 de septiembre —día de su cumpleaños 99—, la academia de cultura tradicional que lleva su nombre publicó el disco Hermanas Loyola, todo un tesoro de audiciones olvidadas y reencontradas, de la era de la radiofonía, las casas grabadoras RCA Victor y EMI Odeon, la revista Zig-Zag y el Premio Caupolicán, que Margot y Estela recibieron como mejor dúo folclórico en 1950. Son 28 canciones grabaciones recogidas de la biblioteca sonora de la maestra y encontradas en archivos de coleccionistas y mercados persa, que vuelven a poner en relieve el abundante material de las señoritas Loyola con lindas tonadas, cuecas enyeguadas, valses, corridos y alegrones.

 
 

Manuel Huerta – Aunque haya rabia () Manuel HuertaAunque haya furia
Las mejores propiedades de la trova aparecen en los discos del prolífico Manuel Huerta, con ejemplos regulares en La marraqueta (2009), En bicicleta (2011), Moción (2013), Mi guitarra existe (2015), Volcán (2016) y ahora en Aunque haya furia (2017). No sólo toca la guitarra con destreza y sensibilidad: va más allá de ese instrumento acústico para sumar guitarra eléctrica y banda completa si la canción lo demanda. Y no sólo escribe versos de denuncia: el título del disco y la canción respectiva llaman a enriquecer el discurso con ternura, poesía, lucha, humor, amor y fe en el futuro, que así justo se llama otra de estas canciones. “Sólo estoy sujeto a la canción que me enfrentó resucitado”, canta en “Aunque haya furia”: canción que compromete y que da vida.

 
 

Martín Benavides – III (Escaramuza Records) Martín BenavidesIII (Escaramuza Records)
Si son los timbres los que en definitiva determinan las canciones aun más que las estructuras, Martín Benavides hace lo correcto al concentrar en éstos sus esfuerzos creativos. En su disco III —este año Benavides, multiinstrumentista y colaborador de varios cantautores chilenos, también mostró un EP a dúo con Matiah Chinaski— se aparecen y retiran sin pauta rígida los sonidos del theremin, los teclados enchufados, las cuerdas eléctricas, las cajas de música y la voz, en composiciones que nunca duran más de cuatro minutos (en algunas, bastan dieciséis segundos). Hay piezas propias y covers deconstruidos en torno a una melodía vagamente reconocible (como con “Insensatez”). Y esa exploración sugerente es asombrosamente amable y emocional, más cerca de la invitación que del desvarío.

 
 

MediaBanda – Bombas en el aire  CHT Müsik / Radical Beat () MediaBandaBombas en el aire (CHT Müsik)
Rigor extremo y libertad absoluta podrían ser polos opuestos, pero el compositor Cristián Crisosto ha dado pruebas abundantes de que son la misma cosa, en la disuelta banda Fulano y en los discos con MediaBanda: Entre la inseguridad y el ego (2004), Dinero y terminación nerviosa (2007), Siendo perro (2010) y Bombas en el aire (2017). Valentina Mardones (voz), Aurelio Silva y Matías Baeza (guitarras), Cristóbal Dahm, Rodrigo Aguirre y Rafael Chaparro (saxos), Tomás Ravassa (teclados), Felipe Martínez (bajo) y Christian Hirth (batería) ejecutan aquí como una relojería de alta precisión las complejas secuencias de notas de Crisosto, sin que por ello deje de haber toneladas de rock en la música ni crítica punzante en las letras de MediaBanda.

 
 

MediaBanda – Bombas en el aire  CHT Müsik / Radical Beat () Movimiento OriginalMov rap and reggae (Originala Rec)
Hace seis años, Movimiento Original consagró su popularidad con el disco Teorema, y tras el cisma de la salida de uno de sus cantantes, MC Piri, el trío fundador (Stailok, Aerstame y DJ Acres) hizo entero el nuevo disco, con un nombre sin metáforas, tributando el concepto acuñado por Bob Marley "Roots rock reggae": Mov rap and reggae, dijeron “es un disco más maduro”, y trae nuevos sonidos. Inspiración andina en “Tren”, guitarra acústica en la emotiva “Brother”, y respeto en “Mujer”. “Aunque algunos miren en menos lo que hago yo / tranquilo me quedo al saber que me sale del corazón” dicen en el primer single, “Luz”, lanzado en 2015. Cambió Movimiento Original, pero su espíritu, sus temáticas y sobre todo su arrastre popular siguen intactos.

 
 

Natalia Contesse – Diluvio (Merca) Natalia ContesseDiluvio (Merca)
Después de dos trabajos con propuestas folclóricas, Natalia Contesse expande su alcance musical en una cada vez más declarada fusión de fusiones donde esos folclores centrino y sureño permanecen, pero a la que se añaden músicas de otros mundos. La principal es la africana, que ella obtuvo de un viaje a Nueva Orleans (EE.UU.), donde nació en 1978 y de donde obtiene la imaginería de los carnavales, los huracanes y las hechicerías. “Nueva Orleans” es su himno, con trompetas, piano y contrabajo: “Muy lejos de aquí, muy lejos de allá / no importa dónde ir, uno es el lugar”. Y el agua que recogió como elemento en sus anteriores canciones vuelve en la forma de un diluvio capaz de recuperar el orden de la naturaleza tras un saqueo brutal.

 
 

Natalia Molina – Rara avis  Maparecords () Natalia MolinaRara avis (Maparecords)
Una nítida vocación por la melodía de exquisita facturación vuelve a ocupar los espacios en el repertorio actual de Natalia Molina, cantautora pop que había dejado instalada esa impronta en una de sus primeras y más recordadas canciones: “Alma” (2011). En la década siguiente, su tercer disco viene a mostrar sus merecimientos como compositora de gran categoría, aunque no ha sido reconocida por el medio. Rara avis tiene también un sonido depurado, en ocasiones muy de corte retro, con pianos, guitarras, cuerdas, atmósferas sonoras y el color natural de una voz juvenil para canciones que hablan de amores escurridizos, miedo y agradecimiento, y cuenta con la colaboración de Cristóbal Briceño, el cantante de Ases Falsos.

 
 

Nicolás Vera, Leo Genovese, Félix Lecaros – Mitos del sur  Aconcagua Records () Nicolás Vera, Leo Genovese y Félix LecarosMitos del sur (Aconcagua Records)
Las tres letras que aparecen en la cubierta de este disco son las iniciales de los músicos que comparten los espacios y la interacción musical. El guitarrista de Concepción Nicolás Vera, el pianista argentino Leo Genovese y el baterista capitalino Félix Lecaros idearon este proyecto en uno de sus encuentros en Nueva York. En Santiago realizaron una intensa sesión de música libre en los CHT Studios con miras a la obtención de resultados espontáneos. Los músicos y el ingeniero de grabación Gonzalo González capturaron diversas secciones musicales de cerca de cuatro horas de grabación, con fragmentos de improvisación pura y otros pasajes guiados por señales, notas desparramadas, progresiones armónicas e incluso reflexiones escritas. La experiencia es completa. Es musical, pero también es visual: esas tres letras fueron elaboradas por Christian González en gelatinas de colores.

 
 

Tenemos Explosivos – Victoria (TuneLess Records) Tenemos ExplosivosVictoria (TuneLess Records)
Un frente denso de sonido eléctrico y capas de lecturas posibles sobre las letras del grupo siguen siendo definiciones de Tenemos Explosivos. En Victoria, tercer disco tras Derrumbe y celebración (2012) y La virgen de los mataderos (2015), el grupo de Eduardo Pavez, René y Juan José Sánchez, Álvaro Urrea y Matías Acuña da nuevas muestras de conciencia y habla de dominación, resistencia, crueldad, terrorismo de Estado y más. No están solos: aquí cantan como invitados Victoria Cordero (de Círculo Polar) y el mero Marcelo Nilo (de Schwenke & Nilo), aparte de múltiples citas al político comunista español Julio Anguita, al anarquista catalán Joan Enrique Oliver, al activista mexicano Fausto Trejo y al dramatugo chileno Juan Radrigán. Este disco es cultura.

 

 

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Selección y contenidos: MusicaPopular.cl - Iñigo Díaz, Marisol García, Jorge Leiva y David Ponce | Diseño: Claudio Pérez P.