Gen

Miembro fundador de una de las canteras más innovadoras y desprejuiciadas de hip-hop de la década de los 2000, Gen (alterego de Freddy Olguín) fue el primero de los integrantes de FDA en encauzar sus inquietudes sonoras a través de una carrera solista. Mientras Nicolás Carrasco (Foex) inició una prolífica trayectoria como productor y Enzo Miranda (Koala Contreras) fusionó rock y swing por medio del combo Cómo Asesinar a Felipes, Olguín ha editado discos personales de notable factura que confirmaron su impronta atípica dentro de la escena: rimas introspectivas y ajenas a la crítica evidente y una paleta sonora capaz de trascender el purismo del rap para incorporar elementos del rock y la electrónica.

Fechas

Santiago - 24 de junio de 1979

Región de origen

Metropolitana de Santiago

Décadas

2000 |2010 |

Géneros

Grupos

Gen

Guillermo Tupper / Rodrigo Alarcón

Al igual que la mayoría de los raperos de su generación, los inicios de Gen tuvieron como epicentro al Parque de los Reyes, el ineludible punto de reunión para la escena subterránea de hip-hop de mediados de los ’90, previa a la explosión masiva del género generada por discos súperventas como Ser humano!! (1997), de Tiro de Gracia, y Aerolíneas Makiza (1999), de Makiza. Fue en esos encuentros donde conocería a sus futuros compañeros de banda y formaría parte del fugaz colectivo Savia Nueva (que también integraron Ana Tijoux y Senciyo), un semillero basado en la ética de tomar el hip-hop como punto de partida para la experimentación sonora.

"Desde un principio marcábamos una pauta por tener inquietudes distintas al resto”, confesaría Olguín en una entrevista al sitio Zona.cl. “Nos movíamos en esa dualidad de ser raperos pero, al mismo tiempo, rayar con la poesía hispanoamericana. Sabíamos que el hip-hop no se trataba únicamente de emular el formato clásico del bombo-caja-sampler, sino que consistía en un ejercicio de honestidad. Y no podías fingir ser gangsta si no lo eras”.

Tras la edición de Subdemo (2001), el debut de FDA, las búsquedas sonoras de Gen se volcaron hacia compositores indie folk y las espesas atmósferas de referentes del rock británico como Radiohead y My Bloody Valentine. Con la asesoría de Foex como productor, editó Los manuscritos perdidos (2003), un disco dotado de complejas líneas musicales y rimas con mirada propia, mucho más cercano al post rock que al rap ortodoxo. Su amplio manejo de diccionario lo transformó en uno de los más lúcidos exponentes del término “rap de autor”, capaz de trascender la escena de hip-hop tradicional y llamar la atención de circuitos como el del rock independiente.

Una industria casera
La búsqueda de un sonido distintivo y el convencimiento de la autogestión como método de difusión derivó en que, ese mismo año, Olguín creara Dilema Industria, uno de los sellos independientes más prolíficos de la época y cuna de proyectos como Colectivo Etéreo y Elefante Mecánico.

Bajo su editora lanzaría su segundo disco solista, Dos (2007), concebido como una obra conceptual acerca del mundo moderno, donde abordó temáticas como el descalabro medioambiental y la muerte de las utopías a través de crípticos versos como los que esboza en el tema “Volver a lo básico”: "Todos hablan del futuro como algo detestable / instituciones alienables / democracias inestables / no hay paz / Repito: ellos fomentan el pensamiento único / nada está perdido, es algo ridículo / un hombre libre al habla rompió el círculo/ ¿por qué cambiaste neurona por músculo?". Para ese entonces, su nombre había dejado de ser un secreto a voces para transformarse en un exponente reconocido a nivel mediático: en diciembre del 2007, el disco fue elegido entre los 50 mejores de ese año por la edición chilena de la revista Rolling Stone.

“Hacer música de manera colectiva es lo que me gustaría ahora”, le dijo al sitio Mus.cl justo al publicar Es (2009), un tercer disco que ya iba en esa dirección. En sus 13 pistas, la lista de productores e invitados fue extensa: DLA, Manuvers, Geoslide, Tiei, Ignacio Torres, Seven Star, Flor Negra, Foex, Kinética, Motivado y Antioch aportaron en composiciones generosas en pasajes instrumentales, donde la frontera entre hip-hop y electrónica se volvía difusa. Era una suerte de afirmación de esas primeras exploraciones, decía Olguín por entonces: “El bombo-caja tradicional siempre será más efectivo, pero yo sólo quiero hacer música de la manera más libre posible. Por eso prescindir de rimas en un tema no me complica, siempre y cuando haya un mensaje que entregar”.

Colaboraciones y escritura
La nueva década fue distinta para Gen, con publicaciones y apariciones en vivo más esporádicas. En 2011 participó en el proyecto de hip-hop experimental Puas Pulsan, que publicó el disco El arte siga (Potoco Discos), donde volvió a compartir con Foex, además de los dos integrantes del grupo viñamarino Los Nadieh, Beat Guerrero y MGS. En 2012 sumó el EP Simulacro a su repertorio, pero pasarían otros cuatro años antes de que mostrara otro álbum. Lar, salpicado por referencias literarias y autobiográficas, volvió a funcionar además como un muestrario de nombres de la electrónica y el hip-hop más inquieto, con invitados como DJ Gaudeamus, Franíz, Catana, Bronko Yotte, Flakodiablo y Alpha S. 

No fue una época de inactividad, pese a su menor visibilidad. Además de concretar esas publicaciones propias y unos cuantos singles más, Gen fue parte de una reunión de FDA y figuró como invitado en grabaciones de Las Naves, Anzestro, Matycez y Sentinela del Norte, además del mencionado Bronko Yotte

Al mismo tiempo, afirmó su oficio como periodista especializado en medios digitales y radiales y publicó de forma casi inadvertida los poemarios Mal de Diógenes (2011) y Nadería (2014), que se sumaron al temprano Dislates urbanos (1999). Mucha mayor repercusión tuvo su libro 100 rimas de rap chileno (2018), una recopilación que abarca versos creados entre 1988 y 2015. Además, fue uno de los participantes en el libro Se oía venir. Cómo la música advirtió la explosión social en Chile (2019). 

Actualizado el 05 de febrero de 2021